jueves, 18 de noviembre de 2010

Ensayo acerca de la comunicación en la educación

PROCESO COMUNICATIVO EN EL AULA. REFLEXIONES EN TORNO A LA “CAJA NEGRA” DEL PROCESO EDUCATIVO.

Este trabajo es un producto final de evaluación del curso Interacción Comunicativa del presente semestre. Su principal objetivo es el de aprobar el curso en mención, aunque también pudiéramos afirmar que la intención de producir escritos que recuperen los elementos más significativos del curso es proporcionar más elementos a los maestrantes para seguir desarrollando las capacidades de análisis, critica y aportación de ideas propias, vitales en todo proceso de innovación educativa. Intentaremos seguir estas orientaciones al pensar y construir este escrito.
En muchas ocasiones el docente pretende aventurarse en el terreno inhóspito de la innovación en su propia práctica; sin embargo muchos de los intentos del docente quedan frustrados debido a que en la reconstrucción de su quehacer cotidiano falta incorporar algunos elementos muy importantes que subyacen en la concreción de una propuesta curricular y que a su vez trasciende la racionalidad de dicha propuesta.
Uno de esos elementos clave es el que se refiere al proceso comunicativo dentro y fuera del aula. El reconocimiento por parte de un servidor acerca del casi total desconocimiento de la naturaleza del proceso comunicativo es lo que ha motivado en un primer momento a escribir un ensayo acerca de esta apasionante temática, considero de igual manera que el producto generado pudiera servir como apoyo al proyecto de investigación que estoy llevando a cabo.
Quizás las reflexiones y conclusiones generadas no pudieran aportar significativamente elementos metodológicos a la estructuración del reporte de investigación; sin embargo al generar mayor conciencia de cómo surge e impacta el proceso de comunicación en el terreno educativo se promoverá una mayor sensibilidad hacia los significados aportados por los participantes del proceso investigativo, significados que serán los principales elementos de una propuesta de innovación educativa.
En el escrito que presentaré intentare ubicar las reflexiones sobre los siguientes ejes:
a)    Importancia de la comunicación como proceso de construcción de la realidad humana.
b)    Génesis y evolución de la construcción de la realidad humana en el individuo.
c)    El individuo vs. La sociedad: ¿Como interviene la comunicación en las mediaciones que constantemente el sujeto hace con su medio?
d)    La comunicación en el aula. ¿Cuál es el papel que desempeña el docente?
Es imposible agotar cada uno de los ejes que aquí se mencionan, pudieran incluso surgir otros, tanto por la amplitud de los contenidos contemplados en la antología, como por la gran diversidad de enfoques teóricos que se han elaborado en torno al tema de la comunicación, espero haber sido lo suficiente claro cuando mencione anteriormente la intención principal de este ensayo; si la elaboración del mismo contribuye en algo a la consecución de los objetivos de esta maestría y a la transformación de mi propia practica, el análisis y discernimiento invertidos habrán valido la pena.
I.- IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN COMO PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD HUMANA.
“Nadie se mete a bañar dos veces en el mismo río” Con esta frase atribuida a Parménides unos siglos antes de nuestra era pretendo introducir al lector en una idea esencial de las ciencias humanas: La realidad humana se reconstruye continuamente, cada individuo contribuye activamente en la elaboración de parte de esa realidad, y aún mas, en este proceso también el individuo sufre transformaciones que reconstruyen no solamente su conducta observable, sino también su forma particular de ver e interpretar el mundo.
Todavía se desconocen muchas cosas de cómo el individuo aprehende la cultura de su tiempo y como esta modifica sus estructuras mentales; en lo que la mayoría de los estudiosos de estos temas están de acuerdo es que la comunicación humana es el vehículo principal con el cual se lleva a cabo el proceso de construcción de la cultura en el individuo.
Por el momento no nos atreveremos a dar una definición precisa sobre el concepto de comunicación. Existe gran diversidad de enfoques, algunos aparentemente excluyentes entre sí que pretenden dar al estudioso de las ciencias humanas una aproximación al tema. Nosotros nos limitaremos a manejar el termino comunicación empezando por su propia raíz etimológica: “hacer común”. Quizás para algún teórico experto en el tema nuestro concepto no le diga absolutamente nada; nosotros en nuestra defensa afirmaremos que el uso de esta connotación del término responde al tipo de planteamientos que hemos estado profundizando a lo largo de este curso, lo que sí queremos dejar bastante claro, (y en esto espero no resultar de muy mal gusto hacia la erudición de algunos) que nosotros entendemos al proceso de comunicación como generación de nuevos significados en los individuos.
Hechas las anteriores aclaraciones pudiéramos continuar en el mismo sentido de las precisiones precisamente confrontando nuestro concepto de comunicación con otro concepto que en muchas ocasiones se utiliza erróneamente como sinónimo de la anterior: Información. Esta la entendemos en nuestros contextos de acuerdo a la definición proporcionada por uno de los diccionarios de mayor prestigio en la lengua española como:
Elemento de conocimiento susceptible de ser representado mediante signos convencionales o símbolos, y conservado, tratado o comunicado por medios…[1]
Si tuviéramos que ser partidarios de una definición del término Información, quizás este pudiera ser el más adecuado. Continuamente el ser humano interactúa con su medio ambiente recibiendo y aportando esos elementos que el concepto menciona, el individuo pues tiene la necesidad de incorporar códigos a sus propias acciones y estructuras mentales para poder acceder a los elementos que necesita para desenvolverse en su vida cotidiana. Una de las disciplinas que en los últimos años ha cobrado mayor relevancia en el estudio de la producción y transformación de los códigos es la Semiótica, a Umberto Eco se le atribuye una de las mejores aproximaciones a la delimitación del objeto de estudio de la semiótica, aunque no se atreve a definirla, recupera las ideas de dos grandes estudiosos del tema para llegar al menos a articular dos paradigmas aparentemente excluyentes de la disciplina.[2]
No nos detendremos a detallar pormenorizadamente los conceptos que subyacen a la Semiótica, ni profundizaremos en la vida de los signos y los elementos que se relacionan con ellos; simplemente hacemos hincapié en la relevancia que tiene el estudio de aquellos elementos que continuamente estamos transformando a elementos abstractos que intercambiamos a través de los diferentes lenguajes en la vida cotidiana, entonces pudiéramos concluir en este punto que la Información solamente es un elemento de la Comunicación, elemento dinámico, la mercancía del proceso; pero nunca el propio proceso.
Me detuve en esta aclaración, pues más de una persona ha caído en las trampas que el uso indiscriminado de la palabra puede conllevar. Un ejemplo bastante claro de lo anterior es lo que denominamos erróneamente como medios de comunicación, si bien, la generación de nuevos significados en todo proceso de comunicación no necesariamente queda ausente en la emisión continua de mensajes en los medios en donde el individuo aun con su poco margen de elección hacia qué información “consumir” incorporando activamente nuevos significados; en estos nuevos significados construidos está ausente el elemento primordial del proceso de comunicación: El dialogo, es a través de este en que los individuos comparten esos significados que de manera personal han construido dentro de su propia experiencia vivencial, y que de manera dialéctica sufren transformaciones en donde se recuperan los elementos que precisamente generan estos nuevos significados, el tren de la historia del hombre ha avanzado sobre los rieles de este proceso.
Pareciera ser en estos días que la construcción de significados favorables para el desarrollo de la humanidad, particularmente aquellos que tienen que ver con las dimensiones social y ética ha quedado rezagada, pues al convertirse la información cada vez más en mercancía que posibilita la acumulación de poder en manos de unos cuantos, en el control y manipulación de masas, en uno de los elementos en que los estados autoritarios imponen y legitiman su ideología; es perfectamente normal el pensar que pareciera ser que los espacios para el verdadero dialogo e intercambio de opiniones e ideas de los diferentes actores sociales se vayan reduciendo cada vez más, pudiéramos afirmar que cada vez más crece el “ruido”, siendo este la serie de factores (no necesariamente físicos) que entorpecen el proceso de comunicación.
Al reducirse cada vez más el margen de participación de los sujetos en el proceso de comunicación con aquellas instancias encargadas de garantizar y preservar la transmisión del patrimonio cultural (el estado, la iglesia, los medios masivos de comunicación, el sistema educativo, etc.) Se refuerza la idea manejada por Freire cuando maneja en uno de sus mas celebres textos la imposición de la cultura por parte de quienes detentan el poder y como esta imposición generan sujetos indeterminados, alienados, receptores hasta cierto punto pasivos y ausentes de toda crítica.
Su lenguaje no sintoniza con la situación concreta de los hombres a quienes hablan. Y su habla es un discurso más, alienado y alienante.[3]
Como respuesta de los propios sujetos a esta falta de participación en “la cultura oficial” se genera esa gran diversidad de resistencias culturales, que aunque en gran parte de los casos su acción no impacta directamente en la transformación radical de la estructura social que limita precisamente los canales de información, si aportan la posibilidad a los sujetos de construir esos significados que necesitan incorporar a su propia existencia. Esta diversidad así entendida debería ser en si misma uno de los rasgos más positivos de la postmodernidad en que nos corresponde vivir, sin embargo aun se encuentran muy arraigadas las enormes contradicciones que muchos pensadores habían creído que en la época moderna desaparecerían. Los fundamentalismos religiosos, las formas alternativas de entender temáticas tan fundamentales como la concepción de la vida en el vientre materno, la sexualidad como fuente de placer y comunicación, la percepción de la enfermedad y la muerte, el aumento del etnocentrismo, la discriminación y la xenofobia, son cuestiones tan importantes en donde la posibilidad de tender puentes entre las diferentes formas de entender la vida y los proyectos civilizatorios pareciera vislumbrarse cada vez más lejana. En una época en donde podemos asistir en tiempo real a una videoconferencia, a presenciar un desastre en alguna región del mundo o simplemente  conversar con un amigo que se encuentra a miles de kilómetros de nosotros; el proceso de comunicación se convierte en una verdadera caja negra que necesita analizarse, repensarse, a la luz de nuevos enfoques teorico-metodologicos con el propósito que no puede esperar: La construcción de un mundo más humano.
Educadores y padres de familia pudiéramos seguir desperdiciando tiempo y energía valiosa al intentar de manera infructuosa incorporar a las nuevas generaciones a la cultura que nosotros mismos hemos ayudado construir si no somos capaces de intentar desentrañar los propios significados y las formas en que estos se generan en los niños y jóvenes de hoy. De nada sirve limitarnos a afirmar que nuestras generaciones (tan contradictorias y con sus propias consecuencias que aun tenemos que sobrellevar en nosotros mismos) eran mucho mejores que las de hoy.
II.- GÉNESIS Y EVOLUCIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA REALIDAD HUMANA EN EL INDIVIDUO.
Resultaría un ejercicio inútil intentar aproximarse en el terreno metodológico hacia los procesos de comunicación de niños y jóvenes si antes no conocemos un poco de algunas aportaciones teóricas que algunos autores nos han proporcionado para intentar entender el desarrollo de la comunicación en el individuo desde una perspectiva social y psicogenética.
Uno de los descubrimientos más importantes que los estudios de estos temas han aportado es el hecho de que la socialización del individuo se va dando paulatinamente, y cada etapa o estadio del desarrollo es de vital importancia para la formación en un sentido ontogénetico y filogenético del  propio individuo. Berger y Luckmann sin ser psicólogos o pediatras hacen la división de este proceso en socialización primaria y socialización secundaria;[4] en la primera el individuo internaliza la realidad que le corresponde vivir al incorporarse a una familia con pautas de comportamiento y valores específicos, en la segunda el individuo aprehende esos significados que necesita para interactuar en contextos en donde en palabras de los propios autores “…es la internalización de “submundos” institucionales o basados en instituciones”[5] Lo que nos debe de quedar lo suficientemente claro al reflexionar en torno a estas ideas es que la comunicación se haya presente en la construcción del mundo del individuo.
Ya numerosos estudios en psicología y pediatría han enriquecido enormemente los aportes de Berger y Luckmann acerca la socialización primaria y secundaria, particularmente la primaria.  Uno de esos estudios lo podemos encontrar en la persona del Dr. Ajuriaguerra, quien en su manual de psiquiatría infantil amplia la idea de socialización primaria.
El niño aprenderá progresivamente a descubrir en los otros no ya unos seres subordinados o reticentes a su deseo, sino a unos semejantes entre los que tiene que considerarse uno más.[6]
Ese reconocimiento en el niño de pertenecer a un grupo, familia o sociedad es el que le impulsara en primer momento a aprehender un código que le permita interactuar con sus semejantes, a medida que vaya creciendo aprenderá a establecer relaciones de mediación entre sus propios deseos, necesidades e intereses con los de los demás miembros de la sociedad que le rodea, los significados que el niño va construyendo en conjunto con los que le rodean son lo que le va a permitir irse alejando cada vez mas (aunque no necesariamente lo logre) de las pulsiones e instintos básicos inherentes a todo ser humano que responden en gran parte a las necesidades de sobrevivencia de la especie, al ser egoísta.
Lo más fascinante de lo anterior es percatarse de acuerdo a investigaciones, que el proceso de socialización primaria se da incluso en las interacciones que el niño siendo aún bebe hace con su madre. Recordemos estudios como el de Kenneth Kaye[7] en donde intenta demostrar la posibilidad de la construcción de un sistema de interacción entre una madre y su hijo pequeño en cada uno de los momentos importantes cotidianos,(el baño, la alimentación, el juego, etc.)  Resulta pues revelador la importancia de cada uno de los pequeños detalles que subyacen la cotidianidad de la vida de los pequeños y la importancia de sus efectos en la vida adulta, y por supuesto no deja de preocuparnos el hecho de que un gran número de padres y educadores desconozcan demasiado de este tipo de temáticas y por lo tanto los grandes significados escondidos en los pequeños detalles que pasan desapercibidos para ellos. Qué lugar tan diferente seria el mundo si desde el principio se valoraran los primeros pasos en la educación del niño como los más importantes de su vida.
No es intención de este escrito detallar de forma pormenorizada los diferentes enfoques que algunos autores como Erickson, Piaget, Kholberg y otros han manejado para intentar explicar la evolución de la personalidad social del individuo y su correspondencia con la evolución intelectual del mismo, si pudiéramos mencionar de forma muy general las coincidencias que presentan sus estudios como las que mencionaremos a continuación:
a)    Algunos de ellos manejan estadios o etapas de desarrollo para tratar de clarificar los diferentes momentos que el individuo transita hacia su madurez socioafectiva e intelectual. Tenemos por ejemplo los 4 Estadios de desarrollo de la teoría psicogenética de Piaget, las ocho etapas en el desarrollo psicológico y social ser humano en los estudios de E. Erickson[8] y también pudiéramos mencionar los tres principales niveles de desarrollo de la conciencia, con dos etapas en cada nivel propuestos por Kohlberg.[9]
b)    Enfoques como los citados anteriormente de igual manera le conceden un papel importante a los procesos comunicativos que se desenvuelven en los individuos durante las socializaciones primaria y secundaria en la adquisición del lenguaje, principal elemento en la construcción de estructuras mentales y la adaptación del individuo según Piaget, el desarrollo social y afectivo en que enfatiza Erickson y asimismo el desarrollo moral según Kohlberg en donde el individuo va transitando desde una posición egocéntrica y utilitarista con respecto al resto de los individuos que le rodean hacia la internalización de valores universales como la justicia, la igualdad y el respeto por el individuo.
c)    Todos los enfoques mencionados e incluso algunos mas con ciertas semejanzas dejan abierta la posibilidad que el conocimiento del estadio en que pudiera ubicarse un sujeto en un momento determinado pudiera poner en posición al psicólogo, al pediatra e incluso al educador de intervenir positivamente en el proceso de construcción del niño o el joven a través de las interacciones comunicativas de tal manera que pudiera favorecerse el desarrollo optimo e integral de su personalidad y la inteligencia, e incluso manejar aquellas situaciones que pudieran manejarse patológicas en su forma de desenvolverse en la realidad.
Queda pues pendiente la tarea a padres, educadores y otros profesionales el seguir explorando todos los aportes de las teorías existentes y la lógica con la cual se han construido dichos aportes, de igual manera es responsabilidad de nosotros seguir incorporando nuevos elementos que permitan descubrir aquellas ausencias y contradicciones que aun presentan las teorías en su enorme esfuerzo por intentar explicar la complejidad de la mente y la naturaleza humanas.
III.- EL INDIVIDUO VS. LA SOCIEDAD: ¿COMO INTERVIENE LA COMUNICACIÓN EN LAS MEDIACIONES QUE CONSTANTEMENTE EL SUJETO HACE CON SU MEDIO?
Espero que hasta aquí haya quedado claro que el ser humano solo puede entenderse en relación con los demás sujetos que le rodean, que a su vez la realidad en que el individuo actúa condiciona en gran parte las diferentes interacciones que consciente o inconscientemente realiza en la cotidianidad. La realidad suele ser mucho más interesante de lo que pudiéramos imaginar, la misma forma en que la naturaleza y el individuo realizan sus interacciones no dejan de asombrarnos y emocionarnos la idea de poder controlar todas aquellas variables que esconde el mundo que intentan describirnos los físicos, los químicos y los biólogos, y, que de alguna manera la propia naturaleza nos lo describe con esa serie de lenguajes que el propio hombre dentro de sus muy estrechos límites ha descubierto para al menos poder expresar su pequeñez ante fenómenos que trascienden todas las categorías de la maravillosa mente humana.
El mismo conocimiento de las disciplinas matemáticas permite a manera de códigos bien definidos poder acceder al menos por aproximaciones sucesivas a las complejas relaciones que guardan las variables de un fenómeno, generando incluso la ilusión de poder intervenir cual si fuéramos deidades en la predicción y el comportamiento de los fenómenos que nos maravillan continuamente, todavía quedan muchas cosas que construir en las ciencias naturales a pesar de los pasos gigantescos que parecieran haber dado estas ciencias en relación a las ciencias humanas.
El conocimiento de la realidad social es quizás mucho más complejo, y, no menos interesante que el de la naturaleza la juventud de las ciencias humanas todavía no permite acceder de manera articulada y con ciertos principios y conceptos generales a una comprensión de los fenómenos sociales sin caer en la singularidad de esos hoyos negros llamados relativismos, irracionalismos o idealismos. Nuevamente incorporamos la analogía de “la caja negra”, siendo esta el proceso de comunicación, para de esta manera intentar al menos de manera microscópica (y posiblemente muy relativa) poder comprender en parte la manera en que el individuo, ya sea aldeano de alguna isla de Indonesia, fanático de los Nicks de Nueva York residente de esa ciudad o alumno de la escuela donde laboro va incorporando los elementos que le permiten interactuar en su medio.
No basta con aproximarnos a los aportes teóricos que los psicólogos y pediatras nos han aportado para explicar el origen y evolución de la inteligencia y personalidad del individuo, los cuales hablábamos en el apartado anterior, es importante intentar abordar el problema precisamente en la mejor opción que tenemos para comprender plenamente el fenómeno; en la realidad cotidiana misma, en donde el individuo adquiere, reconstruye y posteriormente aporta esa serie de significados que varias veces hemos retomado en nuestro análisis.
A pesar de lo que mencionamos anteriormente, si necesitamos al menos un marco teórico referencial para poder aproximarnos a un análisis con cierto carácter de cientificidad de cualquier aspecto de la realidad que quisiéramos conocer. Nuevamente recurriremos a un par de nuestros autores ya mencionados quienes dedicaron gran parte de su trabajo al estudio de la vida cotidiana y su papel en la construcción de la realidad interna: Berger y Luckmann.
En su libro que ya hemos mencionado anteriormente se manejan algunas orientaciones muy útiles para el investigador de los fenómenos sociales, estas orientaciones posibilitan precisamente la cientificidad del discurso construido en los posibles hallazgos que pudiera arrojar una investigación, aunque el papel de nuestra subjetividad y los propios hechos parecieran ser suficientes para poder construir el discurso, si es importante transitar desde la propia subjetividad, muchas veces condicionada y cautiva paradójicamente hablando de esa misma realidad que se desea comprender, en palabras de los propios autores diríamos:
En este mundo de actividad mi conciencia está dominada por el motivo pragmático, o sea que mi atención a este mundo está determinada principalmente por lo que hago, lo que ya he hecho o lo que pienso hacer en el.[10]
Al igual que la afirmación anterior que, en lo personal me parece fundamental para poder abordar el problema planteado desde un principio también podemos estar de acuerdo en algunas ideas como la siguiente, en la cual enfatiza en la importancia de la legitimación como un paso y(o) consecuencia hacia la institucionalización, considero que esto lo debemos entender de manera muy clara ya la construcción de un nuevo significado en el individuo no presenta una independencia con respecto a la realidad del mismo al estilo platónico, sino mas bien pudiera entenderse en términos de la propia estructura de plausibilidad inherente a cualquier tipo de sociedad con los significados que subyacen a su propia existencia y evolución en la historia.
La función de la legitimación consiste en lograr que las objetivaciones de “primer orden” ya institucionalizadas lleguen a ser objetivamente disponibles y subjetivamente plausibles.[11]
No es pues de extrañarse que los conocimientos y valores que la institución escolar a través de sus docentes desea inculcar en los niños y jóvenes sean totalmente ajenos a la realidad cotidiana social de los mismos, las sociedades en sus múltiples capas de la realidad que la componen legitiman y a la larga también propician la internalización de aquellos significados que permitan su existencia como entidad viviente y real para los sujetos que lo hacen posible. Los principales actores de la institución educativa, los docentes han quedado en total desventaja al seguir trabajando con aquellos significantes que en realidad no se constituyen en un significado real para los individuos, tal y como la institución escolar, (cada vez mas hundida en su organización tradicional y anacrónica) a su vez intenta legitimar como significados únicos y verdaderos.
Otro autor que también llama la atención por su estudio de las diferentes interacciones que el individuo realiza en los diferentes medios en los que se desenvuelve, y como la misma sociedad va tejiendo complicadas tramas que regulan la conducta de dicho individuo, es Earving Goffman. En un estudio pormenorizado de las relaciones de los individuos abordado desde las perspectivas de la proxemica, la etología y la microsociología aborda las diferentes modalidades en que el individuo asume y reivindica para sí mismo una serie de espacios reales o imaginarios denominados territorios[12] y como la misma sociedad puede generar los mecanismos de infracción cuando estos territorios son transgredidos por conductas no legitimadas dentro del contexto social, por supuesto que los procesos comunicativos no quedan ausentes de todo esto; incluso el autor aborda aquellos elementos cotidianos susceptibles de convertirse en signos que no necesariamente se canalizan a través del lenguaje oral o escrito, para entender este punto veamos el siguiente ejemplo que el mismo autor  menciona:
…ocurre que uno de los medios de señalar la posesión de un objeto sea poner a su lado cosas que son evidentemente poseídas. Por ejemplo, cuando se deja un libro sobre un periódico, la gente percibe que no se debe llevar el periódico, porque se entiende que el libro y el periódico “están juntos”. Por tanto, un objeto que es parte de un territorio puede funcionar como señal de un territorio. (Pág. 59)
La idea de que en la vida cotidiana se pudieran comunicar más elementos susceptibles de semiosis, de formas no escritas ni verbales pudiera resultarnos abrumadora a nosotros los docentes, acostumbrados a cerrar el circuito de comunicación con nuestros alumnos al obtener evidencias de evaluación limitadas al lenguaje escrito u oral. Esto pudiera plantearnos interrogantes como las siguientes: ¿Cómo piensan realmente mis alumnos?, ¿Qué piensan realmente de mi persona, de mi trabajo? ¿Cómo estoy interpretando lo que ellos hacen antes, durante y después de las clases? Y quizás una más importante aun: ¿Cuáles son los mensajes que continuamente les estoy transmitiendo con mi actuación dentro y fuera del salón de clases, de qué manera favorecen o entorpecen el proceso enseñanza-aprendizaje? En el apartado siguiente intentare al menos en parte proporcionar algunas orientaciones con base en las aportadas por algunos autores sobre el impacto del proceso comunicativo en el proceso educativo. Lo que si debe quedar bastante claro es que también en la realidad de la vida cotidiana de la escuela también se cumplen algunas de las ideas que los autores que ya mencionamos nos aportan ya que la institución escolar es por excelencia el espacio de socialización y construcción de nuevos significados que la misma sociedad privilegia para sus individuos, de tal manera que “la caja negra” permitirá aproximarnos a una explicación de aquellas ausencias y contradicciones que en estos momentos no vamos a mencionar, pues son por demás obvias para aquel que labora con pasión en la educación, y que de alguna manera nos encontramos en el camino de su transformación.
II.- LA COMUNICACIÓN EN EL AULA. ¿CUÁL ES EL PAPEL QUE DESEMPEÑA EL DOCENTE?
Una de las ideas centrales del curso propedéutico de la maestría que estoy cursando en estos momentos era la trascendencia de muchos significados que el alumno va construyendo de manera cotidiana en la institución escolar, muchos de estos significados nada tiene que ver con un diseño racional de un curriculum formal, sino con otros aspectos subyacentes al proceso comunicativo-educativo que para la mayoría de nosotros los docentes pudieran resultar invisibles en un momento determinado. Intentare clarificar esta idea mencionando los siguientes ejes; cada uno de ellos susceptible de analizarse a la luz de numerosos autores y enfoques emanados de las ciencias humanas:
a)    La ideología y cultura dominantes: En toda propuesta curricular hay intenciones explicitas acerca del tipo de alumno que se desea formar en la institución educativa, sin embargo algunos autores como Freire, Giroux, entre otros advierten acerca de aquellos aspectos que también inciden en la conformación de la personalidad académica y social del alumno que precisamente tiene que ver con la preservación y legitimación del orden establecido. Los valores nacionales emanados de la constitución y las instituciones se encuentran explícitos en casi todos los planes y programas de estudio en nuestro país, el hiperindividualismo, el consumismo y la legitimación del libre mercado y los valores emanados de su praxis no necesariamente los encontramos enmarcados en un discurso, mucho menos en orientaciones didácticas, sin embargo su presencia se encuentra en el discurso y praxis de la institución educativa.
b)    La estructura y cultura local escolar como parte del curriculum oculto: Retomemos algunas de las palabras de Giroux para dejar bien claro este punto:

…las normas, valores y creencias no afirmadas explícitamente que se transmiten a los estudiantes a través de la estructura significativa subyacente tanto del contenido formal como de las relaciones de la vida escolar u el aula.[13]

La escuela se encuentra insertada en el corazón de una sociedad, como ya lo mencione antes, no escapa a las contradicciones que en la misma sociedad existen  (la lucha por el poder es el ejemplo mas claro), continuamente las diferentes instancias de la institución escolar emiten mensajes a través de las diferentes formas de convivencia y repetición pautas de comportamiento que incluso no son la intención de los emisores que promuevan un cierto tipo de respuesta o cambio de conducta por parte de niño o el joven, estos tienen la necesidad de aprehender diferentes estructuras semánticas que le permitan transitar sin muchas complicaciones en los diferentes niveles educativos. Un claro ejemplo de lo anterior lo plantea Marta Amuchástegui en uno de sus escritos cuando analiza críticamente “los rituales escolares”, veamos que dice al respecto de la petición del permiso por parte de un alumno:

El poder del superior (maestro) sobre el subordinado (alumno) se legitima en este ritual y norma que afirma las jerarquías y establece las diferencias políticas de los sujetos”[14]

Mencionamos el caso de la relación alumno-maestro para ilustrar el punto, aunque la misma Amuchástegui aclara que este acto descrito también se da en todos los niveles de la cadena jerárquica del sistema educativo, el alumno, destinatario de toda esta continua serie de mensajes, elabora sus propias interpretaciones y construye aquellos significados que , como ya mencionamos anteriormente, le permitan interiorizar la cultura de la institución y la  forma de relacionarse con la estructura existente, esa estructura que favorece la emisión de significantes sin dejarle margen de participación al alumno para que a través del proceso comunicativo desarrolle su autonomía y su capacidad crítica.

c)    El profesor y las diferentes relaciones que establece en el aula: Llegamos al punto más importante de este escrito, la manera en que nosotros intervenimos en la construcción de significados en el alumno a través de la gran diversidad de interacciones que día a día hacemos en el salón de clases. Ya anteriormente manejaba el ejemplo de Amuchástegui acerca de la solicitud de un permiso por parte del alumno y como este viene a cumplir la función de legitimación del poder de la institución educativa, es precisamente el docente el principal representante de la institución y por lo tanto el que de manera más constante interactúa con los estudiantes emitiendo esos mensajes susceptibles de interpretación.
Aunque el docente no tenga internalizada la visión y metas de la institución en la que labora, esto no quiere decir que en su trabajo cotidiano no intervenga de manera favorable o desfavorable en la internalización de la cultura escolar por parte del estudiante, es por eso la importancia de que el docente cada vez mas vaya desarrollando mayores niveles de autoconcientizacion  y análisis hacia su propio actuar dentro y fuera del salón de clases, para de esta manera poder descubrir dentro de la cotidianidad que aspectos de las diferentes relaciones que establece con los alumnos intervienen dificultando el propio proceso educativo y de igual manera cuáles de ellos posibilitan una verdadera reconstrucción de la cultura del alumno y los significados subyacentes a ella.
En los años más recientes algunos investigadores en educación han puesto más atención a la diversidad de formas que tienen los estudiantes para poder acceder al conocimiento, sin embargo considero que el análisis de este tipo de aportaciones y las propuestas que pudieran articularse al respecto, resultarían completamente inútiles si antes no centramos nuestra atención en analizar nuestro propio estilo de enseñanza, sin embargo aun en este tipo de análisis necesitamos elementos que le proporcionen sistematicidad y soporte teórico a las conclusiones que pudiéramos descubrir en el proceso. Uno de los mejores intentos de analizar sistemáticamente los estilos de enseñanza docente lo presenta la escritora Neville Benet, quien en uno de sus textos se atreve a elaborar una tipología de los diferentes estilos de enseñanza que pudo observar en sus investigaciones con algunos docentes, los descubrimientos son interesantes, pues el variado espectro de los 12 estilos descubiertos[15] transitaba desde el de aquellos profesores que favorecían la participación de los propios alumnos hacia la selección de actividades de aprendizaje y de evaluación y asimismo de una mayor flexibilidad hacia el alumno con respecto a las normas de clase, como también de aquellos profesores preocupados mas por el cumplimiento adecuado de los programas de estudio, negándole la posibilidad al alumno de su propia participación y responsabilidad en el proceso de aprendizaje y por supuesto nulificando con su actuar al proceso comunicativo del aula.
Análisis como el de la autora mencionada en conjunción con el análisis de los significados locales aportados por los propios alumnos son los que pudieran dejarnos abierta la posibilidad no solamente de intervenir en nuestros diferentes contextos implementando propuestas de innovación, sin lo más importante, el comprender realmente quienes son nuestros alumnos y de qué manera nosotros como docentes podemos realmente ser parte significativa de su trayecto en la vida escolar, queda pues al lector de este ensayo el profundizar sobre algunas ideas proporcionadas por los autores mencionados para comenzar a aventurarse en este difícil proceso que definitivamente también nos devuelve su mirada hacia nosotros mismos.
ULTIMAS CONCLUSIONES:
He intentado tomar un posicionamiento muy claro y preciso con respecto a los aportes de los diferentes autores que parcialmente se analizaron en la construcción de este ensayo, posiblemente quedan fuera muchos aspectos que también son importantísimos si se desea hacer un análisis más riguroso y pormenorizado del proceso comunicativo en general y sus implicaciones en el importantísimo trabajo de enseñar, algunos planteamientos aquí propuestos quizás no se trataron con la profundidad debida, aun así, me queda suficientemente claro que los temas relacionados con la comunicación difícilmente pueden agotarse en un solo escrito o tratado, y aun más el análisis y la construcción del discurso por lo general dejan abiertas muchas interrogantes que posibilitan seguir investigando y ampliando los descubrimientos en estos temas.
Por mi parte no volveré a mirar con los mismos ojos la cotidianidad que me rodea; cada guiño, cada sonrisa, cada gesto o  palabra que el propio alumno u otro actor relacionado con mi trabajo me proporcionen o pueda observar, será motivo de mayor atención y posibilidad de comprensión de la principal, delicada y más perfecta materia de mi trabajo: La mente humana.







[1]  Gran diccionario de la lengua española. Pág. 917.
[2]  Umberto Eco. Tratado de Semiótica General. Ed. De Bolsillo p.p. 31-35.
[3] Paulo Freire. Pedagogía del oprimido. Ed. Siglo XXI 2006. Pág. 117.
[4] Berger, P.L. y T. Luckmann. “La construcción social de la realidad” Amorrotu Editores, Buenos Aires, 1993. (pp. 164-227)
[5] IDEM.
[6] J. De Ajuriaguerra. Manual de Psiquiatría Infantil. Masson. Barcelona-México 1983. Pág. 67.
[7] Kenneth Kaye. La vida mental y social del bebe. Ediciones Paidos. p.p. 45-71
[8] J. De Ajuriaguerra. Manual de Psiquiatría Infantil. Masson. Barcelona-México 1983. Pág. 67.

[9] Nelson, Waldo E. Tratado de pediatría. Nueva Editorial Interamericana. Mexico D.F. 1988. Pág. 56
[10] Berger, P.L. y T. Luckmann. “La construcción social de la realidad” Amorrotu Editores, Buenos Aires, 1993. Pág. 40
[11] IDEM.
[12] Earving Goffman. Relaciones en público. Microestudios de orden público. Alianza Universidad. p.p. 46-77.
[13] Henry A. Giroux. Los profesores como intelectuales, hacia una pedagogía critica del aprendizaje. Ed. Paidos-MEC. Barcelona. 1997. Pág. 65.
[14] Marta Amuchástegui. El orden escolar y sus rituales en, Textos para repensar el día a día escolar. Compilación hecha por Silvina Guirtz. Ediciones Santillana. Argentina 2000. Pág. 67.
[15] Neville Bennet. Estilos de enseñanza y progreso de los alumnos. Ediciones Morata, S.A. 1979. p.p 62-82.

1 comentario:

  1. ¿Cuáles son los mensajes que continuamente les estoy transmitiendo con mi actuación dentro y fuera del salón de clases, de qué manera favorecen o entorpecen el proceso enseñanza-aprendizaje? Pregunta vital que nos obliga a a desarrollar el hábito de la metacognición, Agregaría además otra pregunta ¿Hasta dónde es el currículum oculto del maestro, y no el institucional - educativo , el que determina la toma de decisiones en el aula? Mucho habría que reflexionar Profr.;sin embargo, no olvidemos que el deber ser y el hacer están separados, nada más y nada menos que por el hecho de ser humanos.
    Excelente análisis Profesor.
    Los autores agradecerán el respeto a sus citas.
    Felicidades

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